miércoles, 4 de junio de 2014

Ley de Emprendimiento 1014

LEY DE CULTURA Y EMPRENDIMIENTO


Desde Enero de 2006 el presidente de la república Doctor Alvaro Uribe Vélez y un grupo de sus colaboradores, se dieron a la tarea de formalizar uno de los más importantes proyectos de proyección, visualización y funcionamiento de las micro, pequeñas y medianas empresas para el sostenimiento rentable de la economía menos favorecida del país y la explotación en buen sentido de la palabra de las ideas que cada Colombiano día a día refleja para su sostenimiento real.

De una manera organizada y muy bien fundamentada, se dictó la ley 1014 de 2006 conocida con el nombre de “Fomento a la cultura del emprendimiento”, la cual se estructura dentro de unas bases sólidas gubernamentales y de los entes de control a nivel central, departamental, regional y en última instancia local.

Su marco de creación comprende una serie de ideas creativas y competentes que incentivan de manera directa y segura la creación de microempresas con igualdad y oportunidad.

Fundamental resulta que desde los entes educativos se inculque la idea base que germinará en la explosión organizada y bien fundamentada de todo un proyecto ambicioso en beneficio de cada Colombiano que reciba la suficiente capacitación, tenga el empeño sólido de su idea empresarial y amparado en la protección estatal de esta ley saque a flote su mejor capacidad en beneficio del país, de sí mismo y de la economía rentable de la nación.

Todo se vale, se apoya y se sostiene; el origen de estas nuevas instituciones emprendedoras debe venir apoyado principalmente en aspectos y valores del desarrollo humano con autoestima, autonomía, trabajo en equipo, solidaridad, asociación, etc., que darán en un final resultado en empresas exitosas firmes y sostenibles a mediano y largo plazo.

No se tiene muy claro es la forma como se va a conseguir la financiación por parte del estado y menos la forma como se van a direccional dichos recursos, el estado en su ley aporta algunas ideas, pero estas se quedan en el tintero, o mejor, en la misma idea ya trillada, de solicitar el de siempre crédito de libre inversión conocido en el diario tráfico bancario nacional. Incluso, los llamados “inversionistas ángeles” o el “fondo de capital semilla” tendrán en su más ligera impresión que esos dineros a invertir no tendrán una solidez de respaldo seria por parte del estado.


La red que se crea para regular y controlar la ejecución de esta ley está conformada por ministerios, departamentos ya conocidos, entidades de renombre nacional, personalidades, asociaciones, federaciones representantes, gobernaciones, alcaldías, etc, que, siendo realistas, no tendrán el mínimo empeño porque la misma cumpla con su real y necesario propósito.
Lo peligroso del caso es que de tanto colaborador y de tanto politiquero de turno, la ley se convierta en un colchón de crecimiento desmedido y lucrativo en empresas fachada de corta vida o desangre de los recursos destinados para este noble fin.

Finalmente es importante explicar y apreciar que la creación de una de estas empresas bajo los parámetros exigidos por la misma ley será efímera para la gran mayoría de los colombianos, triste pero real.

A mi parecer, tiene cara de ser creada para el sostenimiento de las empresas politiqueras de siempre, solo que con un factor importante, las mismas serán avaladas, financiadas y protegidas por el mismo estado con un poder superior… una ley.

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